El 10 de julio de 1856 nacía el genial Nikola Tesla, en la península balcánica de Croacia, en la localidad de Smiljan, donde se encuentra su Centro Memorial y casa natal.
Debería ser considerado como el mayor científico de la Historia. Prolífico inventor, ingeniero eléctrico, mecánico y físico. Un visionario a quien el futuro le pertenecía. Cambió el mundo, aunque no tanto como hubiese querido. Poderosos y mezquinos intereses retrógrados sepultaron sus sueños de energía renovable libre y gratuita, que se encuentra en todas partes y solo hay que redirigirla. Se preocupaba por las personas, no del dinero. Decía «La Ciencia no es sino una perversión de sí misma a menos que tenga como objetivo final el mejoramiento de la Humanidad.» Disfrutaba de la intensa emoción como inventor de ver sus creaciones funcionando, olvidándose de comer, de dormir y de todo en el proceso. Era capaz de resolver complejas ecuaciones en su cabeza, sin necesidad de escribirlas, motivo por el cual sus profesores en un par de ocasiones lo expulsaron de clases pensando que hacía trampa. Al final tuvieron que pedirle disculpas públicas, demostrada su inocencia e impresionante capacidad.
Trabajó con el rico empresario Thomas Edison, a quien admiraba pese a que lo explotaba, entregándole 40 inventos, muchos de los cuales, de tecnología avanzada aún en nuestra época, fueron «robados», como la radio y otras patentes por el gobierno de los EEUU. El mismo día de su muerte el FBI requisó todos sus materiales, sus cuadernos de notas, investigaciones propias y referencias de sus inventos, creándose el Informe Tesla. Gran parte de su trabajo sigue bajo secreto de estado, seguramente porque rompería el esquema económico impuesto por corporaciones monopólicas multinacionales.
En mejores condiciones laborales, sus hallazgos cobraron notoriedad, con la ayuda de George Westinghouse.
Exploró los secretos del Universo pensando en términos de energía, frecuencia y vibración.
Generó casi 300 patentes y se le atribuyen unos 700 inventos. Entre las más destacables se encuentra la Bobina Tesla, capaz de generar tres millones de voltios, colocada sobre la torre Wardenclyffe de alta tensión, una antena de 30 metros de altura que iba a permitir la telefonía comercial trasatlántica, impulsar las retransmisiones radiofónicas, demostrar que era posible transmitir energía inalámbrica y de forma completamente gratuita. Creó una bombilla electrónica, de bajo consumo y sin cables. Diseñó generadores de corriente alterna, que puede recorrer mayores distancias que la corriente continua, turbinas que se instalaron para suministrar energía eléctrica en las cataratas de Niágara durante la exposición Universal de Chicago de 1893. Desarrolló el principio de los Rayos X, quedando como prueba una fotografía que le realizó a Mark Twain. La Transferencia inalámbrica de energía eléctrica, el campo magnético rotatorio, principios teóricos del radar, un submarino eléctrico, el Teslascopio, el altavoz, el control remoto, las bujías, el alternador, las bases del horno de microondas, numerosas patentes en el campo del electromagnetismo, hasta proyectó un ovni con principios de anti gravedad y anticipó la llegada de los actuales celulares describiéndolo como «un instrumento barato, no más grande que un reloj, que permitirá a su portador escuchar en cualquier lado, en el mar o en tierra, música o canciones, o un discurso de un líder político, dictado en cualquier otro sitio distante. Del mismo modo, cualquier dibujo o impresión podrá ser transferida de un lugar a otro«. Tal vez hubiese descubierto muchos artefactos más, sin aquel incendio en la madrugada del 13 de marzo de 1895 de su laboratorio del edificio de la Quinta Avenida Sur, donde perdió gran parte de su trabajo, como los relacionados con el descubrimiento de los electrones o el microscopio electrónico.
Su comportamiento antisocial es un rasgo de inteligencia en un mundo lleno de conformistas. Pese su popularidad con las mujeres, se negaba a tener citas con ellas para que no interfirieran en su trabajo. «Él era un lobo solitario, no formaba grandes equipos. Desde joven le fascinaron los fenómenos naturales, los truenos y los relámpagos. Más de una vez dijo que necesitaba vivir 100 años para crear todo lo que llevaba dentro, y casi lo consigue» comentó Renato Filipin, del Museo Técnico de Zagreb. Un Ser Único, al que hoy y siempre debemos recordar, de personalidad extravagante, que desafortunadamente falleció en Nueva York el 7 de enero de 1943, en la miseria, deprimido, abandonado y olvidado, solo en su habitación de hotel.
«No es un sueño, es una sencilla obra de ingeniería eléctrica científica, solamente es caro. Ciegos, débiles de corazón, mundo desconfiado. La humanidad aún no está lo suficientemente avanzada como para ser conducida por el sentido entusiasta del descubridor. ¿Pero, quién sabe? Tal vez sea mejor en este mundo nuestro que una idea o un invento revolucionario en vez de ser ayudado y reciba unas palmadas en la espada, se vea obstaculizado y maltratado en su adolescencia, por falta de principios, por el interés egoísta, la pedantería, la estupidez y la ignorancia; que sea atacado y reprimido. Que pase por pruebas y tribulaciones amargas, a través de la lucha de la existencia comercial. Porque todo lo que fue grande en el pasado fue ridiculizado, condenado, combatido, suprimido, solo para emerger con mayor fuerza, tanto más triunfante de la lucha.»
Nikola Tesla
Me parece un artículo muy interesante y bien redactado. Felicitaciones a huevo. Saludos.
Muchas Gracias David por tu favorable opinión. Saludos.