Composición es la disposición que se imprime, deliberadamente, a elementos independientes con el fin de lograr un efecto específico. Debe presentar un centro de interés principal frente a otros subordinados a él.
Es importante para el artista –fotógrafo, videoasta, pintor, etc.-, moverse y ensayar diferentes puntos de vista, ya que la posición del centro de interés con respecto a los otros elementos puede realzar o estropear la composición.
Para lograr una buena imagen fotográfica lo decisivo no es el equipo, sino el saber y la experiencia; no la casualidad, sino la composición consciente.
PROPORCIÓN ÁUREA
Entre los siglos XV y XVI, un monje y matemático llamado Luca Pacioli escribió un Tratado que sentó las bases del equilibrio y la armonía para todas las artes en general: «La Divina Proporción«. Ilustrado por el maestro florentino Leonardo Da Vinci –pintor, inventor mecánico, filósofo y tratadista-. «Divina Proportione» fue editada en año 1509.
El enunciado principal de la sección áurea es el siguiente:
«La división de un todo en dos partes de forma tal que la menor sea a la mayor como la mayor al todo.»
Para comprender mejor este enunciado, cortar una línea en dos partes desiguales, pero de manera que el segmento mayor sea a toda la línea como el menor lo es al mayor.
Su expresión geométrica, sobre una línea recta que respresenta el todo, puede ser sacada con escuadra y compás:
Sea la línea AB. Sobre el punto B se traza una perpendicular BD de tal modo que BD = 1/2 AB. Se unen los puntos A y D. Se apoya el compás en D y con radio DB, se traza el punto E sobre la recta DA. Se apoya el compás en A y con radio AE se traza el punto C sobre la recta AB. El punto C marca la sección áurea de la recta AB: Así pues, CB:AC como AC:AB.
La fórmula aritmética CB:AC/AC:AB da un número irracional –0,618…– que los pintores y arquitectos reemplazan por 5/8 -=0,625- y los fotógrafos en 2/3 -=0,666-. Dicho número se denomina «Número de Oro».
Otra manera de hallar el «número de oro» y que demuestra a la vez la perfección matemática del mismo es la «Serie de Fibonacci» realizada por Leonardo da Pisa en el siglo XIII.
Las principales medidas de muchas obras arquitectónicas de la antigüedad, obedecen a claves comunes. La misma clave rige todas las proporciones del Partenón en la Acrópolis de Atenas. Esta clave es la misma que posteriormente se llamaría Sección Aúrea.
Esta proporción se repite continuamente en todas las creaciones de la naturaleza, observación que inspiró a los autores de la obra.
Al trazarse las diagonales de un pentágono regular, surge de inmediato la estrella de cinco puntas, que ha sido elegida por todos los países como la representación más bella de un astro coruscante. Obsérvese que en esta estrella pentagonal ya aparece la búsqueda instintiva de la Sección Aúrea.
También en la figura del huevo encontramos que está formada por dos círculos, uno mayor y otro menor, que guardan entre sí la proporción áurea.
El número crea orden, el orden ritmo y el ritmo engendra armonía.
Ritmo es la repetición acompañada de tiempos o partes semejantes en cuanto a su origen y desiguales en cuanto a su función.
Ritmo es, pues, en principio: orden.
Ritmo es, además, diversidad.
Ritmo es armonía.
Unidad dentro de la variedad.
«Número de Oro«
Método aritmético
618 / 382 = 1,617801 = 1,618
1000 / 618 = 1,6181229 = 1,618
382 / 618 = 0,618
618 / 1000 = 0,618
LOS CUATRO PUNTOS FUERTES
Si en un rectángulo cualquiera se sacan las proporciones áureas sobre los lados, por los puntos obtenidos se trazan líneas paralelas a dichos lados, se logran cuatro puntos que señalan el sector denominado Sección Aúrea. Estos puntos se los denomina PUNTOS FUERTES.
En composición fotográfica se llegó al uso corriente de los tercios de cada lado, por estimarse muy difícil determinar con minuciosa exactitud la proporción áurea que, como puede apreciarse, es ligeramente diversa a los tercios. De este modo, tanto en trabajos fotográficos como de filmación, se indicaban los tercios como referencia compositiva.
ENCUADRE
Una buena composición depende –entre otros factores– de la elección del tema, de la técnica perfecta y sobre todo de la disposición de la sustancia de la imagen, es decir, el objeto representado con sus formas, superficies, tonos de gris y colores dentro de los límites del recorte.
Muestre lo necesario y nada más para expresar un ambiente, para ilustrar o enmarcar una estructura pictórica determinada o un aspecto de la escena, para excluir de la imagen cualquier zona o detalle que interfiera o sea extraña al sujeto principal.
Los medios para controlar el encuadre son: distancia de toma, distancia focal del objetivo, ángulo de toma, ubicación relativa de los elementos, tiempo de toma –momento, instante– y la posibilidad de mejorarlo en la ampliación manual en laboratorio con ampliadora o digital con Photoshop según el caso. Por más que en la actualidad casi todo sea digital, algunos artesanos artístas continúan realizando la magia del antigüo proceso físico-químico en laboratorio fotográfico.
REGLAS DE COMPOSICIÓN
Son generales para todo tipo de fotografía y particulares según el género o especialidad. Retrato, naturaleza –animales y flora-, cuerpo entero, grupos, paisajista, arquitectónica, naturaleza muerta, deportiva, desnudo, sociales –casamientos, bautismos, fiestas, eventos-, industrial, periodística, publicitaria, etc.
Generales
Las reglas generales tienen, como toda regla, sus excepciones según algunas particularidades que puedan surgir en la toma –tales como objetos molestos que nos se puedan eliminar, que igualmente pueden eliminarse digitalmente en la edición posterior– pero sirven de fundamento básico para casi todo tipo de toma.
A veces es imposible componer una escena con cuidado, porque no hay tiempo, como ser temas en movimiento, instantáneas sin que el sujeto se entere, captar el momento justo,…
En estos casos conviene dejar un margen amplio alrededor para luego encuadrar durante la ampliación en laboratorio o edición en Photoshop.
1.- La fotografía debe guiar los ojos del observador a lo que el fotógrafo a considerado más significativo únicamente. La obra debe tener un centro de interés. Eliminar lo superfluo. El centro de interés puede ser logrado a través de los siguientes factores:
a.- Por la dirección de líneas y formas.
b.- Por la distribución calculada de espacios y masas.
c.- Por el contraste tonal o de color.
d.- Por las posibilidades expresivas –gestos, situación, posición, etc.– de personajes, animales o cosas que forman parte de la obra.
2.- El centro de interés no debe estar en el centro, exceptuando efecto zoom o cuando se quiere dar idea de solemnidad, distinción, tranquilidad, quietud. Y tiene que colocarse de modo que la lectura de la obra pueda realizarse con fluidez.
3.- Seguir las líneas dominantes aprovechando el formato rectangular. Por ejemplo: si es un bosque, vertical; si es un horizonte de campo, apaisada.
4.- Ejes: El sentido horizontal da sensación estática, tranquila. El vertical o diagonal da sensación dinámica.
5.- Cerrar la composición para cuya lectura no haya necesidad de salirse de cuadro –composición cíclica-. Para ello tener en cuenta que la lectura de la obra se realiza de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, como acostumbran los lectores occidentales. Si el sujeto es un ser animado, dejar un espacio por delante de la dirección de la mirada. Si es móvil, dejar aire por delante de la dirección de movimiento.
6.- Juego de luz y sombra. Iluminar lo que se desee destacar.
7.- Síntesis, claridad, buen ordenamiento y equilibrio.
8.- Originalidad y creatividad. Elección del sujeto fotográfico. Adquirir el «ojo fotográfico«. Ser original es ser uno mismo, partir de uno mismo, crear sin copiar ni imitar a nada ni a nadie. Malraux dijo «Hacen falta muchos años de expresión para llegar a escribir con el sonido de la propia voz«. Hay una conducta ligada al poder de creación, a saber:
a.- Estudiar todas las normas posibles sobre el arte de componer.
b.- Iniciar la propia obra a partir del ejemplo dado por las composiciones de los grandes maestros.
c.- Transformar estas enseñanzas, adaptándolas y aportando a ellas nuevas concepciones, nuevas maneras de ver y hacer.
d.- No conformarse con lo logrado, avanzar siempre, renovarse siempre.
RECURSOS PARA DESTACAR EL CENTRO DE INTERÉS
a.- Foco diferenciado.
b.- Uso de teleobjetivo, por su profundidad de campo.
c.- Selección de tonos. Más vigorosos para los primeros planos y más grisados en los restantes.
d.- Aprovechamiento de la perspectiva.
e.- Utilización de colores complementarios para fondo y centro de interés.